Y estógama, que ese dia se sentía muy contenta, se cosió los coloretes color púrpura y caminó hasta la farola. No quiso mirar atrás por si le invadiera el deseo de volver a sentarse en el suelo a jugar a las canicas con su hermano pequeño.
Estógama siempre pensó que es mejor mirar mucho hacia delante, poco hacia atrás e intentar que las rodillas no tiemblen demasiado cuando miras de reojo a los lados. Hoy corrió el último tramo hasta la farola. Bueno... por si acaso.
Estógama se sentó al llegar, cruzó las piernas a lo indio, como hace mucho años había hecho tantas veces cuando jugaba a las canicas con su hermano pequeño. Se sentía extraña.
Y se levantó.
Y se cosió la sonrisa.
Ya sabeis... ahora tocaba la rayuela.
¿es que no os enseñan nada en la carrera?
ResponderEliminarestoy en la universidad y lo acabo de comprobar!! efectivamente la letra se ve distinta solo en mi ordenador!! como es eso posibleee!!????
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