viernes, 24 de febrero de 2012

segundos


-Buenos días, acabo de despertar entre sueños de hielo picado y... días soleados.


Segundos de palabras voladas de decir y no decir mientras observo esos labios tuyos que ondean y sonríen y ondean como el mar para sonreír una vez más. Son esos segundos que araño al tiempo y que intento atrapar, agarrar con fuerza pero se me resbalan, se me caen de las manos. Se deslizan como el agua resbala entre unos dedos que tan solo quedan mojados. Es apenas una realidad... es mi realidad. Cuando nos callamos y miro al suelo y me tiemblan las rodillas, me sujeto con fuerza a la barandilla, me sostengo entre tus olores, casi me caigo en tu silencio. Y logro alzar mi mirada, construyo unos ojos que te atrapen y los levanto como si de plomo colgado de hilo se tratara. Lento, lento, lento. ¿Me agarro a este segundo si me encuentro sostenida entre los tuyos? Me agarro porque huyen, se van, se pierden, se me escapan.


-Buenas noches, me voy a acostar ya, entre el frío y el calor.

Entre... el frío y el calor.

sábado, 11 de febrero de 2012

esperé

Lo descubrí demasiado tarde
y ya no pude preguntar.
Entonces te fuiste
y miles de respuestas se quedaron sin ser pedidas
mientras una canción de Pink Floyd se dispersaba en el aire.
Cuando te marchaste, me senté en una piedra al sol a esperar que volvieras,
aunque sabía que no ibas a volver
y sabía que no debía desearlo, porque no iba a ocurrir jamás.
Entretanto, delante de mí los amaneceres fueron sucediendo a las puestas de sol, y las noches, con luna o sin ella, reemplazaron al día, con sol o sin él y yo me limité a contemplarlos, porque era lo único que podía hacer.
Quise adivinar las soluciones, pero antes había olvidado poner los signos de interrogación.
Así que me quedé en mi roca, esperando lo que no sería y recordando lo que llegó a ser y lo que pudo haber sido, jugueteando con las horas y tarareando una hermosa canción.

...wish you were here

Y esperaré.