sábado, 28 de agosto de 2010

mi mundo paralelo

Son angostos algunos caminos que mis pies se empeñan en caminar. Son largos y pedregosos esos senderos. Son oscuros... dan miedo.

Es que... verás, son años ya los que han pasado, y aún así, son recuerdos de dulce azúcar los que me persiguen. Son frondosos los árboles de aquellas tierras que solía transitar varias edades atrás. Es tan brillante su sol. Iluminan la tierra sus estrellas ¿Cómo quieres, entonces, que no me asome a ver ese mundo que dejé por esta ventana de papel?

Y no sé... será que soy demasiado delicada como para romperla y encontrarte allí. Será eso.

¡Menudo mundo el mío! Y tan mío lo creé que lo separé del resto con esta ventana creyendo así que tu cuerpo inquieto, investigador, interesado en el porvenir a mi lado, lo atravesaría para encontrarme. Pero claro, no anuncié mi retirada de aquel mundo perfecto y ahora... ahora no existe el valor suficiente en mi pecho como para que yo roce siquiera esa ventana, ¡qué especial me creí al separar mi mundo del de los demás! ¡qué estúpida resulté ser!

Pero bueno, por si aún hoy, me quieres encontrar, debes luchar contra el dragón, atravesar el volcán en erupción y comerte novecientos noventa y nueve cocodrilos sin pan. No pongas esa cara, tú solo sigue la oscuridad que yo estaré en el infinito.


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