domingo, 17 de enero de 2010

hormiguitas

Soy una hormiga. Pequeñita, poca cosa, pero estoy aquí. Y veo los pies volando a mi alrededor, los veo caer junto a mí, haciendo la tierra temblar, me cuesta mantener el equilibrio. Mis patitas son frágiles, si no llevo cuidado se rompen. Y los pies siguen surcando mi cielo, y son gigantes, gigantes y yo soy pequeña, pequeña. Y desde aquí abajo todo se ve más enorme.
Pero yo, chiquitita, me niego a ser insignificante. Y me río de esos pies cuando no me encuentran debajo. ¿Qué se pensaban? ¿Que iba a estar esperando a ser aplastada? Claro, una hormiguita nunca se rebela. Pero a veces, ya no es divertido buscar un hueco en la tierra para esperar a que pase el terremoto, un pie, tras otro, tras otro... A veces, es más divertido quedarte fuera, observar como el sol desaparece debajo de la gigantesca suela de un zapato y reírte ¡zas! cuando se equivoca.
Las hormiguitas siguen en pie.

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